Buenas queridos lectores!!!
Empezamos la semana con nueva reseña!!
Espero que os guste !!
Empezamos
UN BURKA POR AMOR
Información del libro
Título: Un
burka por amor
Título
Original: (Un burka por amor, 2007)
Autor: Reyes
Monforte
Editorial:
Temas De Hoy
Colección: En
Primera Persona
Tapa: Blanda
Etiquetas:
basado en hechos reales, biografía novelada, otras culturas, amor, drama,
mujeres, islamismo, novela sentimental, romántica, violencia de género,
biográfica, musulmanes, Afganistán, discriminación sexual
Nº de
páginas: 316
Resumen de la historia:
María Galera es una joven mallorquina que vive
en Londres. Allí conoce a Nasrad, un hombre musulmán procedente de Afganistán.
Se enamoran perdidamente y acaban viviendo juntos y casándose. María se
convierte al Islam. Cuando están esperando su primer hijo, deciden viajar a
Afganistán para que María conociera a la familia de Nasrad. Aterrizaron en
pakistán, lugar donde les esperaba el hermano de Nasrad para llevarles a la
frontera con Afganistán. En esa zona limítrofe se encontraba su familia
esperándoles.
Durante un tiempo, María intentaba agradar a
todo el mundo aunque se sentía incómoda al no conocer nada de la lengua que
ellos hablaban. Poco a poco iba sintiendo más y más molestias del embarazo.
Cuando ya no podía más, su cuñado, que trabajaba como médico, le dijo que no
podría viajar en ese estado y que tendría que dar a luz en Afganistán. A María
se le vino el mundo encima, y más aún cuando se enteró de que en aquel país las
mujeres no tenían derecho a asistencia médica y que tenía que dar a luz en la propia
casa de sus suegros; sin las condiciones sanitarias e higiénicas adecuadas.
A la hora del parto, las mujeres de la casa la
ayudaron, sobre todo la madre de Nasrad. Tuvieron que rajarle para que el bebé
saliera con mayor facilidad. Era niño y le pusieron de nombre Abdulah.
Días después se celebró la llegada del niño a
la familia. Aquel festejo consistía en degollar un cordero y manchar de su
sangre las manos, pies y la cabeza del niño y luego tocar la arena. A María le
pareció espantoso pero lo aceptó como un rito tradicional del lugar.
Cuando por fin volvieron a Londres María
decidió organizar un viaje para visitar a su familia en Mallorca. Pensó que lo
mejor sería que Nasrad no la acompañase así que viajó con Abdulah. Su padre se
puso contentísimo de conocer a su nieto y jugaba con él a todas horas. Lo que
le gustaba un poco menos era el hecho de que María se había casado con un
hombre musulmán pero lo llevaba con bastante humor. Después de unas semanas
María y su hijo regresaron a Londres.
Unos meses más tarde, Nasrad se enteró de que
su padre estaba muy mal así que volvieron a Afganistán. Esta vez el país estaba
peor por culpa del régimen taliban. Para pasar por la frontera entre Pakistán y
Afganistán tuvieron que dejar sus pertenencias a unos niños que las llevarían
al otro lado ya que los militares siempre les quitaban parte de lo que
llevaban. Pero la suerte no estuvo de su parte y los niños se llevaron todo su
equipaje, documentación y dinero. Ya no podrían salir del país.
Primero fueron a casa de la hermana de Nasrad,
en Kabul. A mitad del camino se encontraron con ella. Esta le dijo a Nasrad que
su mujer debía vestirse con el burka si no quería buscarse serios problemas. Le
compró uno y María se lo puso. Se sentía ahogada y apenas podía ver a través de
la rejilla. Se sentía torpe al andar ya que tropezaba continuamente.
En casa de sus suegros las cosas no fueron
mejor. Hicieron otra vez el ritual de bienvenida, esta vez para María. Su
suegra la obligaba a trabajar muy duro en las labores de la casa. Allí no había
luz eléctrica ni agua corriente. Tenían llenar bidones de los pozos y el fuego
era de leña. La ropa se lavaba a mano y dormía muchísima gente en escasas
habitaciones. El marido de María salía todos los días con su hermano y no volvían
hasta la noche. La madre de Nasrad le hacía a María la vida imposible. Se
enteró de que le disgustaba muchísimo que su hijo no se hubiera casado con la
mujer que habían acordado. Las mujeres de allí estaban acostumbradas a trabajar
en las tareas del hogar y por ello, eran muy eficientes. Eso le molestaba a la
suegra de María, que ella no trabajaba tan rápido y a todo lo que ella
intentaba hacer le ponía pegas, le regañaba. María lo pasaba fatal pero no
quiso contárselo a su marido para no preocuparle y porque le costaría creerla
ya que su madre era una santa cuando él estaba delante. Un día su cuñada se lo
contó y Nasrad decidió que era hora de probar de nuevo en Kabul para conseguir
los papeles. No hubo suerte y al poco tiempo tuvieron que regresar.
Cuando María se quedó embarazada por segunda no
quiso contárselo a nadie ya que era consciente de que a duras penas podían
alimentarse los miembros ya existentes en la familia. Cuando la situación era
evidente se lo contó a su marido, el cual se alegró muchísimo. Por el
contrario, la madre no hacía más que aumentarle el trabajo a María. Esta vez el
parto fue en el apartado donde dormían los animales. Se complicó un poco ya que
el bebé no estaba en la correcta posición y para que saliera tuvieron que
apretar sobre el vientre de María con una piedra. Esta vez tuvo una niña y la
llamaron Nuria. La cicatrización no fue como la vez anterior ya que su suegra
la mandó trabajar al día siguiente del parto. Fueron unos meses horribles de no
parar de trabajar y apenas comer. Aquello no paraba de sangrar y tardaron meses
en darse cuenta de que podría tener una infección y decidieron coserla para
frenar la hemorragia. Su suegra decidió que María solo podría estar con la niña
para darle de comer y el resto del tiempo la cuidaría ella. Esto le hizo entrar
en una profunda depresión hasta que por fin volvió su marido y tuvieron una
discusión con su madre. Decidieron partir al día siguiente a Kabul pero aquella
noche comenzaron los bombardeos en el pueblo. En mitad de la noche todos
salieron corriendo y se escondieron en un refugio subterráneo.
Allí vivían todos apretados. Los hombres salían
durante el día a buscar comida pero apenas había y todos pasaban hambre. Las
condiciones higiénicas eran incluso peores. El olor de aquel lugar era
hediondo. Así pasaron mucho tiempo hasta un día Nasrad le comunicó a su mujer
que los bombardeos habían cesado pero debían escaparse a Kabul. Pasaron unos
días en casa de sus padres y luego, con la excusa de llevar a la niña al
médico, se fueron a Kabul para no volver. Allí les acogieron familiares de
Nasrad durante unos días hasta que pudieron alquilar una habitación para ellos.
En Kabul la situación para la mujer era muchísimo peor. No podían salir a la
calle sin que les acompañara un varón y por supuesto, no podían mostrar ni un
centímetro de su piel. De lo contrario se arriesgaban a ser torturadas,
violadas o matadas en público. Les estaba prohibido trabajar e incluso asomarse
a la ventana.
Nasrad salía todos los días a buscar a trabajo
y María decidió lavar ropa con otras mujeres (aquello no era considerado
trabajo) para ganarse un dinero. Así podían más o menos vivir. María veía ya
casi imposible que alguien pudiera ayudarla a conseguir su documentación para
salir del país. Decidió llamar a su hermana Rosie para pedirle ayuda. Esta se
alegró mucho de saber de su hermana y se comprometió a enviarle dinero hasta
que pudieran arreglar la situación. Rosie se puso en contacto con un guardia
civil español que trabajaba en Kabul. Se llamaba Jose y prometió a ayudarla.
Por si acaso, decidieron no contarle a María que era guardia civil y le dijeron
que era voluntario en la embajada española. Le preguntó a Rosie por su padre
pero esta no le daba una respuesta convincente así que decidió llamar al
hospital donde éste se encontraba y luego a su hermana Paquita, que le contó
que su padre había muerto. María se puso muy triste y le costó un tiempo
recuperarse del golpe
Después de muchos meses, por fin Jose le dio
buenas noticias a María. Había tramitado no solo su pasaporte, sino también la
nacionalidad española de sus dos hijos para que pudieran irse con ella. De esta
forma, Jose le dio instrucciones a María para que se fueran a vivir a un hotel
hasta que él le llamara para viajar de vuelta a España. María no podía
creérselo. Cuando se lo contó a Nasrad éste se puso muy contento y decidieron
que en cuanto él pudiera salir del país, se reunirían de nuevo.
Una vez en Mallorca María iba todos los días a
Inmigración para solicitar información de cómo sacar Nasrad de Afganistán. Los
intentos fueron nulos y ella no podía seguir más tiempo sin su marido así que
compró tres billetes para volver allí, a pesar de los reproches de sus
hermanos.
Cuando llegó, Nasrad le contó que en todo ese
tiempo la gente le había criticado mucho porque su mujer se había ido con sus
hijos. Volvieron a casa de sus padres por cinco días y toda la familia se
alegró muchísimo.
En Kabul María encontró por fin la embajada
española y allí también encontró trabajo como limpiadora durante unas semanas.
Consiguió mediante la embajada ayuda económica para sus hijos pero no consiguió
la repatriación de su marido. Le pedían muchas cosas y le hacían muchísimas
preguntas sobre su relación con su marido. Un día habló con Rosie, que le dijo
que una mujer iría a visitarla. María también le contó a su hermana que estaba
embarazada.
La mujer que iba a visitarla resultó ser de una
ONG y les proporcionó ropa a ella y sus hijos. Le dijo a María que la mejor
forma de ayudar a su marido era volviendo a España, ya que desde allí podía
hacer más fuerza. Le dijo también que insistiera en la embajada española, la
cual no dejó de pedirle papeles para mantenerla entretenida. María ya no aguantaba
más. Rosie, que ahora trabajaba en un bar para poder tener tiempo de tramitar
el asunto de su hermana, hizo que la historia se supiera. Esto hizo que muchos
periodistas se interesaran y llamaran a María para preguntar detalles. En una
de estas María recibió una llamada del programa “Cinco Lunas” de Punto Radio.
Relató su historia y pidió dinero para pagar su billete de vuelta y el de sus
hijos. En menos de 24 horas un empresario mallorquín se encargó del asunto
económico, lo cual María no podía creer y se sintió profundamente agradecida.
Al poco tiempo consiguió regresar a España.
Allí sintió que su vida volvía a ser normal,
salvo porque manchaba sangre del embarazo. Visitó un ginecólogo el cual le dijo
que debido a las infecciones producidas en los anteriores embarazos,
probablemente abortaría. Y así ocurrió casi enseguida. Pero María no se hundió
y comenzó a trabajar como cocinera en el puesto de su hermana. A los tres meses
de su llegada a España, Nasrad le llamó diciendo que por fin podía volver el también.
Ella decidió que nunca más volvería a separarse de él. Y todo eso por amor.
Opinión
personal:
Es un libro realmente conmovedor en el que
podemos darnos cuenta de las dificultades que pueden presentarse en un país
gobernado por una cultura interpretada de una manera radical y extremista.
Por otra parte, podemos reflexionar y darnos
cuenta de que todo lo que nosotros consideramos “necesidades básicas”, para
muchísima gente siguen siendo lujos impensables e inalcanzables.
Me sorprendió muchísimo que alguien pudiera
amar tanto a una persona como para cambiar su vida entera solo por ella.
Renunciar a su vida como alma libre sin dueño, para adaptarse a una cultura que
la obligaba casi a la esclavitud y a vivir en el anonimato.
"Un burka por amor" es ante
todo una novela romántica al cien por cien y María una "loca de amor"
maravillosa, prisionera de sus propias contradicciones; capaz de dejarlo todo,
de aguantarlo todo… porque está muy enamorada de su marido.
Enlazando directamente con todo la anterior,
considero interesante hacer también una breve mención a Nasrad, el marido de
María. Se trata de un hombre tolerante, comprensivo, inteligente, sensible que
rompe por completo el estereotipo que tenemos de un musulmán radical, pero es
que para empezar Nasrad tiene poco de radical. Posiblemente, su estancia en
Londres le abriera los ojos de algún modo, le hiciera entender en que consiste
la libertad y la civilización. Este hombre es en muchos momentos un apoyo fundamental
para María (por ejemplo, cuando se entera que su padre ha muerto). La joven
asegura que nunca recibió malos tratos de su marido, ni fue manipulada por él
para no abandonar el país y yo, como lector, no puedo más que creerla.
Otro "personaje" fundamental es Rosie, su hermana, que incluso se endeuda en un préstamo de 6.000 € por ayudarla a regresar a Mallorca y que tuvo también mucho que ver con que Reyes contactara con María durante la emisión radiofónica, en la que ésta contó su problemática personal a la audiencia de "Siete Lunas".
Otro "personaje" fundamental es Rosie, su hermana, que incluso se endeuda en un préstamo de 6.000 € por ayudarla a regresar a Mallorca y que tuvo también mucho que ver con que Reyes contactara con María durante la emisión radiofónica, en la que ésta contó su problemática personal a la audiencia de "Siete Lunas".
Y es que de verdad que se trata de una novela
excelente con la que pienso muchos lectores y lectoras se sentirán bastante
identificados, que se lee muy bien y, lo más importante, que nunca pierde
interés; muy al contrario conforme vamos avanzando en la lectura, más
interesante parece y más disfruta uno del "enganche" literario.
Autora y periodista
española, Reyes Monforte ha
desarrollado una notable carrera dentro del periodismo radiofónico, dando sus
primeros pasos junto a Luis del Olmo en el conocido programa Protagonistas.
Desde entonces, ha sido presentadora en medios como Onda Cero o Punto
Radio, además de colaborar en varios programas de televisión.
Su paso al mundo literario
se inició con un gran éxito de ventas como fue Un burka por amor, libro que ya ha superado las 50 ediciones y que
fue llevada a la televisión en formato de miniserie, logrando buenos números de
audiencia.
Desde entonces ha publicado
obras como Amor cruel, La rosa escondida o Besos de arena, con los que ha dado el
salto al mercado internacional y se ha confirmado como una de las autoras
superventas en España.
En el año 2015, resultó
ganadora de la XIV edición del premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio
con su obra Una pasión rusa.
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